Los Estándares de Belleza y la Presión que Ejerce en la Mujer
Elisa Sainz • 9 de abril de 2024

Si eres mujer, entenderás perfectamente el tema que quiero compartir contigo hoy. Nos encontramos constantemente bajo la presión de ser bellas, de lucir bien, de ser amables, sensibles, presumidas, elegantes... Todo ello nos llega acompañado de ciertos estándares que, supuestamente, debemos cumplir.


¿Pero a qué precio, mujer?


Tomemos, por ejemplo, el caso de una mujer adulta mayor. Los estereotipos asociados a las mujeres mayores a menudo incluyen percepciones de fragilidad, olvido y una supuesta disminución de competencia, junto con atributos positivos como calidez y espíritu comunitario. Sin embargo, estos son solo estereotipos. No todas las abuelitas son frágiles, ni todas son cálidas. Algunas son tan competentes, o incluso más, que una joven de veinticinco años. La variedad de percepciones sobre el envejecimiento y la belleza es amplia, y por eso hoy quiero abordar este tema: para desafiar estos estereotipos y promover una visión más inclusiva y positiva de lo que significa la belleza y el envejecimiento en la mujer.


Se han realizado numerosos estudios sobre las presiones sociales y los estereotipos que enfrentan las mujeres, especialmente en lo que respecta a su apariencia física y su adherencia a los estándares de belleza juveniles. Estos estudios destacan los desafíos que enfrentan las mujeres para mantener la confianza y el empoderamiento debido a las presiones sociales y los estereotipos relacionados con la apariencia. Es común que las mujeres luchen contra sentimientos de irrelevancia y se sientan juzgadas en función de su apariencia física y su edad, lo que puede generar dudas sobre su seguridad en sí mismas a medida que envejecen. A pesar de estos desafíos, las mujeres también demuestran resiliencia y determinación para desafiar las normas sociales y aceptar quiénes son, mostrando confianza en su apariencia física y edad, y desafiando la noción de que estas características determinan su valor como individuos.


En la actualidad, recibimos una avalancha de información, a menudo en forma de imágenes en redes sociales, campañas publicitarias y revistas de moda. Las mujeres que vemos en estos medios son presentadas como bellas, con pieles impecables y cuerpos esbeltos. Sin darnos cuenta, nos vemos atrapadas en la búsqueda de un estándar de belleza casi inalcanzable.


Entonces, ¿qué podemos hacer para no caer en esta trampa?


En mi experiencia personal, considero que es importante cuidarnos, ser aseadas y sentirnos cómodas con nuestra apariencia. Sin embargo, lo más importante es no perder nuestra autenticidad en el intento de cumplir con estos estándares. No debemos sacrificar nuestra identidad y bienestar tratando de ser alguien más. La verdadera belleza reside en aceptarnos y amarnos a nosotros mismos tal como somos.

Es hora de desafiar activamente estos estándares y encontrar formas de liberarnos de su influencia negativa. Aquí hay algunas estrategias y recursos que pueden ayudarnos a rechazar la trampa de perseguir una belleza irreal:


Educación sobre la diversidad de belleza: Es importante comprender que la belleza viene en todas las formas, tamaños, colores y edades. Existen múltiples formas de ser hermosa, y ninguna debería ser excluida o menospreciada. Busquemos activamente representaciones diversas de belleza en los medios de comunicación y celebremos la diversidad en lugar de conformarnos con una única definición de lo que es bello.


Fomentar la autoaceptación: Cultivar la aceptación y el amor propio es fundamental para contrarrestar los estándares de belleza poco realistas. Dediquemos tiempo a reflexionar sobre nuestras fortalezas, cualidades únicas y logros, en lugar de centrarnos en nuestras imperfecciones percibidas. Practiquemos el autocuidado y la gratitud, y aprendamos a tratarnos con compasión y amabilidad.


Promover una cultura de cuerpo positivo: Participemos en conversaciones que desafíen los ideales de belleza inalcanzables y promuevan una actitud positiva hacia nuestros cuerpos. 


Enfocarse en la salud y el bienestar: En lugar de obsesionarnos con la apariencia externa, centremos nuestra atención en nuestra salud y bienestar integral. Prioricemos hábitos saludables como una alimentación balanceada, ejercicio regular, sueño adecuado y cuidado emocional. Recordemos que la verdadera belleza viene de estar saludables y felices desde adentro hacia afuera.


Buscar apoyo y conexión: No enfrentemos estos desafíos solas. Busquemos comunidades y espacios seguros donde podamos compartir nuestras experiencias, desafíos y triunfos relacionados con la autoimagen y la autoestima. Apoyémonos mutuamente y brindemos comprensión y aliento a nuestras hermanas en su viaje hacia la autoaceptación.


Al desafiar activamente los estándares de belleza poco realistas y promover una cultura de aceptación y autoaceptación, podemos liberarnos de la trampa de perseguir una belleza inalcanzable y abrazar nuestra singularidad y valía intrínseca como mujeres. Porque créeme, así como eres única y especial.


Elisa Sainz Triana