
Hace unos días yo compartí un video en nuestro grupo de WhatsApp de “Parents and leaders”. En ese video hablaba del agotamiento físico y mental que podemos experimentar mientras ejercemos nuestra labor como padres.
¿Sabes qué ocurrió después?
Un desborde de mensajes y todos afirmando lo que yo acababa de mencionar en el video. Esto no era la primera vez que ocurría. Frecuentemente, cuando hablo de un tema de estos que nos tocan las fibras, muchos comentan aportando su granito de arena y exponiéndose vulnerables ante el resto de la comunidad.
¡Comunidad! Espero que cada uno de los miembros de ese grupo de WhatsApp encuentren en ese espacio, en esa comunidad, esa tribu tan necesaria para criar a un hijo.
Hay un proverbio africano que dice: “Para criar a un hijo se necesita una tribu”.
Hoy más que nunca veo cuánto sentido tiene esa idea. Criar en soledad es una de las cargas más pesadas que llevan muchas madres hoy. Vivimos en un mundo que nos empuja al aislamiento y la maternidad, que siempre fue un acto comunitario, se ha vuelto una tarea privada y silenciosa y sobre todo, dolorosa.
Nos falta comunidad. Nos falta la voz de otras mujeres que ya caminaron este camino. Nos falta ese espacio seguro donde una madre pueda preguntar sin miedo. Un espacio donde no se juzgue, donde se trate siempre de comprender y de apoyar al otro. Un espacio se pueda compartir sus dudas, sus culpas, sus cansancios y también donde se pueda escuchar:
"Eso también me pasó"
"Eso también lo sentí"
"No estás sola"
Hoy entiendo que criar no debería ser una carga que una madre lleva sola sino un viaje compartido, un viaje de diálogos, de apoyos, de espejos humanos que nos sostienen y nos enseñan.
En una ocasión leí una frase de Sócrates, de la cual no recuerdo las palabras exactas, pero decía algo así: “¿Quieres aprender a pensar? Hazlo en comunidad”
Pensar no es encerrarse en uno mismo, es conversar, escuchar, contrastar, cuestionar, es dejar que las ideas maduren en el encuentro con otros y criar, criar también debería ser así. Estudiamos solos, nos adentramos en nuestros pensamientos, en soledad, pero si nos diéramos la oportunidad de compartir nuestras ideas, nuestras dudas con otros, sería mucho más poderoso ese proceso de aprendizaje. Con la crianza sucede lo mismo, si contáramos como nos sentimos, si pidiéramos ayuda, si no juzgáramos a esa madre que lo está haciendo diferente a nosotros, nos iría mejor.
Sin lugar a duda necesitamos volver a formar tribus, no para criar niños perfectos, sino para criar niños amados y para sentirnos acompañados mientras les ayudamos a crecer.
Si estás buscando esa tribu, esa comunidad donde puedas sentirte apoyada, comprendida y acompañada en tu camino de crianza, te invito de todo corazón a unirte a nuestro grupo de WhatsApp “Parents and Leaders.”
Puede que allí encuentres justo el abrazo y el apoyo que necesitas para este hermoso viaje de ser madre o padre.
Aquí te comparto el enlace.
¡Te esperamos con los brazos abiertos!