
¿Alguna vez has actuado como árbitro?
Aquellos de nosotros que estamos criando hijos asumimos diversos roles a lo largo del día, y uno de ellos es ser árbitro. Si tienes más de un hijo, seguramente has desempeñado ese papel en más de una ocasión. Incluso puede que hayas tenido que mediar entre tu hijo o hija y tu pareja.
Personalmente, me resulta muy molesto cuando mis hijos pelean entre ellos, y desafortunadamente, esto pasaba con frecuencia hasta que decidí que tenía que enseñarlos a respetarse y lidiar con sus desacuerdos.
Entiendo que ya tienes bastantes responsabilidades como para tener que fungir como árbitro en casa, y esa tarea no se detiene ahí. Es probable que también tengas que hacer de policía para garantizar el cumplimiento de las reglas del hogar y asumir el papel de psicólogo para ayudarlos a superar momentos de tristeza o frustración.
La crianza ciertamente es un desafío, como bien sabemos, pero en este blog y el programa “Parents and Leaders”, tenemos como misión ayudarte a transformar los retos de la crianza en triunfos donde todos gana.
En medio de todos los roles que desempeñamos en la crianza, es crucial prestar especial atención al papel de árbitro, ya que esto puede tener consecuencias negativas entre los hermanos. En muchas ocasiones, como adultos, tendemos a defender al hermano menor, lo que puede hacer que el hermano mayor se sienta desfavorecido o menos apreciado.
Es fundamental reconocer que cada uno de nuestros hijos es único, con sus propias necesidades y perspectivas. Al actuar como árbitros, debemos esforzarnos por ser imparciales y abordar los conflictos de manera justa, evitando cualquier favoritismo que pueda surgir.
En lugar de tomar partido, tratemos de comprender las emociones de ambos hijos y fomentar la comunicación para resolver los conflictos de manera equitativa. Esto contribuirá a fortalecer los lazos familiares y a crear un ambiente en el que cada hijo se sienta valorado.
Un punto muy importante a tener en cuenta es la posibilidad de no intervenir siempre que sea posible. Los hermanos a menudo pelean porque buscan nuestra atención y, en muchos casos, no saben cómo resolver los problemas entre ellos.
Como padres, tendemos a proporcionar soluciones constantemente. Sin embargo, te invito a considerar una alternativa: cuando haya una disputa, en lugar de actuar como árbitro, simplemente pregúntales cómo planean resolverlo.
Incluso con los más pequeños, puedes sugerirles que se sienten y piensen en una solución antes de intervenir. Esto les brinda la oportunidad de desarrollar habilidades para resolver conflictos y promueve la responsabilidad personal en la resolución de problemas. Al hacerlo, fomentas su autonomía y les enseñas a tomar decisiones colaborativas, lo cual es beneficioso para su desarrollo emocional y social.
Espero te sirva de ayuda esta información.
Un abrazo de Elisa, mamá de dos 👩👧👦 y maestra de muchos 👩🏫