
Hace más de 10 años que paso la vida rodeada de niños. Durante el día en el salón de clases y cuando termino de trabajar, pues con mis dos hijos en casa. Durante todo este tiempo he tenido la oportunidad de relacionarme con niños de diferentes características.
Niños, tímidos, niños extrovertidos, niños que hablan poco, otros que hablan mucho, niños calmados y niños violentos. Todos y cada uno de ellos llevan una atención individual y trato siempre de prepararme para suplir cada una de sus necesidades.
En ese proceso pude descubrir que uno de los mayores retos lo encontraba en los niños agresivos. Escuchando a otros maestros y padres, pude entender que a ellos les ocurría lo mismo. Por lo general estos niños suelen ser muy incomprendidos y esto, más que ayudar, les hacer empeorar. Por esa razón he decidido escribir sobre este tema.
La agresividad en los niños es un comportamiento que preocupa mucho a madres y padres. Entender las posibles razones detrás de esta conducta puede ser el primer paso para abordar el problema de manera efectiva. Cada comportamiento del ser humano está basado en una necesidad, es muy importante que entendamos eso. Entonces cuando un niño presenta comportamientos agresivos antes de juzgarle o castigarle por lo que hizo, es de suma importancia que como adultos que desean el bienestar de ese niño nos hagamos estas preguntas:
¿Qué necesidad está tratando de suplir mi hijo/a con ese comportamiento agresivo?
¿Por qué lo está haciendo?
A continuación, exploraremos 10 motivos comunes que podrían estar contribuyendo a la agresividad en tu hijo/a, junto con algunos consejos para ayudarte a enfrentar cada situación.
1. Falta de habilidades de comunicación:
La incapacidad para expresar emociones de manera adecuada puede llevar a la agresión. Enséñale a tu hijo a comunicar sus sentimientos mediante el diálogo y la expresión verbal.
2. Necesidad de atención:
La agresividad puede ser un intento desesperado de llamar la atención. Dedica tiempo de calidad a tu hijo/a, asegurándote de que se sienta valorado y escuchado.
3. Frustración por falta de habilidades sociales:
Si tu hijo tiene dificultades para relacionarse con otros niños, podría recurrir a la agresividad. Fomenta actividades sociales y enséñale habilidades de cooperación.
4. Imitación del entorno:
Los niños a menudo imitan lo que ven en casa o en su entorno. Evalúa si hay comportamientos agresivos en el ambiente y trabaja en establecer un ejemplo positivo.
5. Problemas emocionales o de salud mental:
La agresividad puede ser un síntoma de problemas emocionales o de salud mental. Busca la ayuda de profesionales para evaluar y abordar posibles desafíos emocionales.
6. Falta de límites claros:
Los niños necesitan límites para sentirse seguros. Establece reglas claras y consistentes, y comunica las consecuencias de manera efectiva.
7. Estrés o cambios en la rutina:
Los cambios significativos pueden afectar el comportamiento. Ayuda a tu hijo a manejar el estrés mediante la creación de rutinas estables y momentos relajantes.
8. Problemas académicos:
La frustración relacionada con el rendimiento escolar puede llevar a la agresión. Apoya a tu hijo en sus estudios y comunica con sus maestros para abordar cualquier desafío académico.
9. Influencia de los medios de comunicación:
La exposición a contenido violento puede influir en el comportamiento. Monitorea y limita el acceso a programas y juegos inapropiados para su edad.
10. Problemas familiares o conflictos parentales:
Los problemas familiares pueden afectar significativamente a los niños. Busca soluciones constructivas para los conflictos familiares y asegúrate de brindar un entorno seguro y afectuoso.
Recuerda que cada niño es único, y puede ser necesario ajustar estos consejos según las necesidades individuales. Si la agresividad persiste o se intensifica, considera buscar la orientación de un profesional para obtener ayuda. El programa “Parents and Leaders” puede ser esa opción para encontrar los recursos que te llevaran a transformar esos retos de la crianza. Si quieres obtener más información solo déjanos tu correo electrónico en la casilla al final de la página.
Recuerda, la paciencia y la comprensión son clave en el proceso de ayudar a tu hijo a superar la agresividad y desarrollar habilidades emocionales saludables.
Un fuerte abrazo de Elisa Sainz
Creadora del programa “Parents and Leaders”