
¡Hola, mi niña!
¿Cómo te fue hoy en la escuela?
Esa es la pregunta que siempre le hacía a mi hija cuando la recogía a la salida de la escuela.
¿Sabes cuál era siempre su respuesta?
—Bien.
A pesar de que ya conocía su respuesta, cada día volvía a hacer la misma pregunta, con la esperanza de obtener más detalles. Quería saber más: qué había aprendido, con quién había jugado, o si le había gustado el almuerzo.
Pero ese "bien" que recibía cada día no me era suficiente, así que decidí cambiar mi enfoque y hacer preguntas diferentes. Me di cuenta de que repetir la misma pregunta una y otra vez solo llevaba a la misma respuesta.
Es común que muchos niños, especialmente los más pequeños, respondan con una palabra corta como "bien" cuando se les pregunta cómo les fue en la escuela. Esto puede deberse a varias razones:
Falta de especificidad en la pregunta: "¿Cómo te fue en la escuela?" es una pregunta bastante amplia, y puede ser difícil para un niño procesarla y encontrar una respuesta detallada. Es más fácil responder con algo general como "bien".
Cansancio: Después de un día lleno de actividades y estímulos, los niños pueden sentirse cansados y no tener ganas de entrar en detalles sobre su día.
Rutina: Si la misma pregunta se hace todos los días, puede volverse una rutina para el niño dar una respuesta rápida y estándar sin pensar mucho en ello.
Si, como yo, también deseas saber más sobre el día de tu hijo o hija en la escuela, o en cualquier otro lugar donde no hayas estado con ellos, aquí te dejo una lista de preguntas que me han ayudado a entablar conversaciones más profundas con mi hija:
¿Qué te hizo reír hoy?
¿Qué niño fue amable contigo hoy?
¿Qué fue lo más chistoso que escuchaste o viste hoy?
¿Probaste algo nuevo hoy?
¿Cuál fue la mejor parte de tu día?
¿Qué fue lo más difícil que tuviste que hacer hoy?
¿Le diste las gracias a alguien hoy? ¿Por qué?
¿Alguien te inspiró hoy?
Espero te sea útil
Un fuerte abrazo de Elisa